Morir y permanecer Los patrones funerarios en el valle de Colima
El conocimiento arqueológico referido al Occidente de México hasta hace relativamente poco tiempo, deriva de las ofrendas depositadas al interior de las conocidas tumbas de tiro: bóvedas subterráneas excavadas en el subsuelo a las cuales se accedía por medio de un tiro desde la superficie. La bella y descriptiva cerámica funeraria de estas tumbas fue exhibida, desde hace décadas, en numerosos espacios museográficos y bibliográficos, ilustrando de manera recurrente, las características de los pueblos prehispánicos de esta extensa parte de Mesoamérica.
A pesar de esta percepción, el conocimiento que tenemos de los pueblos que lo habitaron, era frágil e incompleto. La recuperación de las ofrendas habría sucedido en su mayor parte, a través de saqueos. Si bien hubo esporádicas investigaciones tempranas, buena parte de sus regiones carecían de consecuencias cronológicas confiables, así como el diagnóstico de las características, dimensiones y vulnerabilidad de las zonas arqueológicas existentes en cada estado.
Esta obra presenta una serie de espacios funerarios existentes en el valle de Colima recuperados a través de rescates y salvamentos arqueológicos realizados entre el periodo 2000-2012, periodo en el que la zona conurbada Colima-Villa de Álvarez alcanzó altos índices de crecimiento. Este fenómeno requirió la exploración extensiva y en buena medida aleatoria, de contextos de diferentes periodos cronológicos que ilustran las características de los rituales mortuorios de la mayor parte de las fases que componen la secuencia cultural de Colima. La variedad de contextos y de materiales contenidos en esta obra, es una muestra de la dinámica social que caracterizó a sus pueblos en un espacio geográfico específico.