Los viajes de Sol y Luna El Ciclo de los Gemelos en Oaxaca, México y América del Sur
Son dos las preocupaciones centrales de esta obra. Quizá la principal es dar cuenta de que el mito de los gemelos Sol y Luna, registrado entre los pueblos originarios de Oaxaca, constituye una tradición narrativa vinculada con la milenaria macrofamilia lingüística otomangue. El autor lo considera como un sustrato arcaico de las cosmologías mesoamericanas de la época del contacto. Entonces propone que Sol y Luna constituyen un modelo referencial de la gemelidad, entendida como un principio básico de la dualidad cosmológica y social, ya que no existe mayor exhibición de la dualidad ofrecida a la percepción humana que la existencia del día y de la noche. Por otra parte, se busca dilucidar el notable paralelismo entre el ciclo mítico mesoamericano y el de los pueblos sudamericanos, aunque parezca arriesgado relacionar a los habitantes de las formaciones estatales mesoamericanas con los horticultores tropicales. En las milenarias tradiciones preincaicas de los Antes también aparece el ciclo (culturas paracas y nasca, 2800 AP). El autor busca por ello explorar las rutas de la costa del Pacífico como espacios de relación cultural. En lo que atañe a las tierras bajas tropicales se interna en una ruta de comunicación no demasiado frecuentada en temas de esta naturaleza: las Antillas.