Francisco I. Madero: entre imagen pública y acción política, 1901-1913
Tal vez por no parecer el personaje más vigoroso de la Revolución Mexicana, Frnacisco I. Madero se ajusta con dificultad a los estereotipos historiográficos que permiten clasificarle y entenderlo. De hecho, es el protagonista más elusivo. En vida su imágen fue volátil, de ahi la variopinta valoracion de sus contemporáneos, quienes lo mismo lo calificaron como luminoso héroe revolucionario que lo acusaron de traidos a su causa. no menos extremoso, historiadores y veteranos le recordarían más tarde por icual como caudillo iniciador del capitulo moderno de la historia política nacional, pero ferviente e irresponsable adepto de sus propias fantasias. Tan incómoda y evasiva resulta su figura aun en nuestros días, que a un siglo de su gobierno hay quienes todavía lo juzgan apasionadamente. También hay, quienes buscan comprenderlo a partir de la suma dispersa de elementos que podrían dar la cifra más o menos coherente de su ideología. Tal es el propósito de este libro coordinado por Rosa Casanova en torno a un tema tratado marginalmente hasta ahora: una docente de ensayos que giranalrededor de la imágen pública como objetivo político, su uso, y abuso en el alba de méxico del siglo XX. Para acercarse a esta lectura, es posible adelantar afirmaciones ya probadas: Madero fue un lector asiduo y heterodoxo de manuales espíritas y de medicina homeopática, del Baghavad Gita, de los evangelios y de México a través de los siglos; fue un hombre com´prometido con su historia y con el bienestar de sus semejantes o mejor, con el amor al prójimo.