Papeles norteños
“Los ciudadanos norteños, algunas veces mineros, otras agricultores o clérigos, siempre han sido guerreros. Ocasionalmente lo fueron por un ideal, sin embargo siempre han sido guerreros para sobrevivir. Esto ha ocurrido asó, debido a que su ambiente les exigió un poco más del esfuerzo máximo, tanto en valor como en tenacidad de espíritu y en fuerza de carácter. En el norte no hay paraíso verde ni exuberante. Es un reino melancólico silencioso, de llanuras amarillentas, erosionadas, con poca agua y sombre y de montañas altas y escabrosas cortadas a tajo por enormes desfiladeros […] El sol ampolla y agrieta, el viento quema y, con el tiempo, seguridad […] Las demandas de tal tierra sofocan el alma […] El altruismo sobrevive sólo con grandes dificultades. Un hombre que debe estar en guardia constante en contra del exterminio tiene poco tiempo para darse el lujo de soñar y cantar […] Una Raza de hombres fuertes, con mucho amor a la tierra para luchar por ella, fue necesaria para sobrevivir aquí.” Papeles norteños relata algunas historias de esos guerreros y hombres fuertes: la saga de los primeros mineros y ciudadanos de Paquimé en épocas prehispánicas; los españoles, los mexicanos y la resistencia indígena; los apaches del siglo pasado; mineros, ganadores, candelilleros, millonarios y cholos entre otros.