Antropología y simbolismo
Si bien los vínculos entre antropología y simbolismo son en cierta medida congénitos, ya que han estado presentes desde el origen de la disciplina como tal, la antropología simbólica no ha sido un camino frecuentemente transitado por los antropólogos mexicanos, cuyos pasos se han encaminado con mayor frecuencia hacia otras ramas de la antropología social. Concebida a menudo como un ejercicio destinado a examinar manifestaciones de carácter mítico o religioso, la antropología simbólica ocupó de hecho un lugar poco destacado en los debates antropológicos que se suscitaron en México durante las décadas de los sesentas y setentas del siglo pasado, esencialmente preocupados por analizar las manifestaciones del cambio cultural sin brindar por ello estudiosos pormenorizados de lo que debía entenderse bajo el concepto de “cultura”. Fue necesario que, hacia la década de los ochentas, obras como la de Víctor Turney, Mary Douglas o Clfford Geertz arribaran finalmente a las traducciones castellanas para que una nueva generación de antropólogos advirtiera la importancia del simbolismo en el análisis de los fenómenos culturales. Esta obra plasma, en consecuencia, los resultados de investigaciones que en gran medida continúan con las pautas desarrolladas por Marie-Odile Marion, quien en la Escuela Nacional de Antropología e Historia, diera un fuerte impulso a los estudios multidisciplinarios en el campo de la antropología simbólica, congregando a especialistas interesados en diversas temáticas de la dimensión y las lógicas simbólicas de las prácticas sociales, eje de muchos de los estudios que ella llevó a cabo (cfr.1991, 1993, 1994, 1997, 1999, 2000). De seminarios y eventos anteriores se derivaron volúmenes coordinados por Marion (1995, 1997), tradición que retomamos en el marco de una labor conjunta de los cuerpos académicos del Programa de Mejoramiento del Profesorado (PROMEP).