Páginas en la nieve Estudios sobre la montaña en México
En México existen solamente tres cumbres nevadas. Sin embargo, es desde ellas que simbólicamente escribimos sobre nuestro territorio, en el cual hay un alto porcentaje de montaña. Desde miles de años atrás, sobre muchas elevaciones ha tenido lugar un culto milenario, que con variables impuestas por el imaginario cultural de los distintos pueblos, la mayoría de origen prehispánico, han tenido como común denominador la sacralización a deidades o fuerzas sobrenaturales pluviales. En efecto, ya con una influencia del pensamiento occidental, hoy se les denomina “fábricas de agua”, porque los recurso hídricos se originan en ella a veces por deshielos de sus glaciares o por escurrimientos acuáticos en sus laderas, causados por la precipitación pluvial originada por los bosques que las cubren. Todo ello hace de las montañas sitios de recarga acuífera y de presencia de manos friáticos que han abastecido a millones de seres humanos, habitantes de sus inmediaciones, del “liquido sagrado”, el agua. Las montañas han sido también abastecedoras de oxígeno, carbono y ecosistemas con una amplia biodiversidad. Son, en síntesis, sitios proveedores de vida. Por lo tanto, su estudio y conservación no es asunto que competa solamente a las ciencias exactas sino también a las sociales humanísticas.El libro inicia con un artículo de Stanislaw Iwaniszewski y concluye con el de Francisco Castro Pérez para acentuar uno de los objetivos del trabajo. Es decir, en ambos, independientemente de su diversidad temática y especialidad, se matizan inquietudes conceptuales respecto a la necesidad de ver a los entornos naturales como parte de procesos sociales e históricos, y de proponer que solamente en esta directriz se puede adoptar una posición crítica y eficaz para contribuir a las acciones tendientes a frenar el deterioro ambiental causado por las problemáticas contemporáneas.