La flora y la fauna fueron temas recurrentes en las creaciones artísticas de la ciudad de los dioses, temas que pueden apreciarse en su cerámica, escultura y pintura mural. Las paredes de los palacios y conjuntos habitacionales fueron decoradas con pinturas murales en las cuales se plasmaron diversos tipos de aves que, por la
complejidad de su diseño, las vuelven difíciles de identificar, como ocurre con este ejemplar, que puede representar a un quetzal o a una lechuza.