La Selva Lacandona Andanzas arqueológicas y nuevos estudios
La Selva Lacandona alcanzó fama mundial en 1994 debido al levantamiento del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN). Antes de eso fue conocido principalmente por su riqueza arqueológica y natural.
En su extremo norte se localiza Palenque, la primera ciudad maya que el mundo conoció, cuna de múltiples gobernantes y obras maestra de arte. La selva está bordeada por otras ruinas bien conocidas como Toniná, Chinkultic y Yaxchilán, cada una con hallazgos memorables bajo su nombre. En el corazón de la selva se escondió de los ojos del mundo Bonampak, la ciudad de los muros pintados, descubierta en 1947, fecha increíblemente reciente para un hallazgo de tal magnitud. Los antiguos habitantes de la selva dejaron un legado en piedra que todavía seguimos intentando recuperar y reconstruir.
Desde las primeras noticias de Palenque en el siglo XVIII esta selva y sus ruinas han atraído estudiosos y curiosos de todas partes. Quizá quienes mejor la conocieron fueron Frans Blom y Gertrude Duby, a pie, a mula, a caballo, en cayuco o en avión. Blom realizó expediciones en 1922, 1923, 1925, 1928 y ya juntos en 1943, 1948, 1950, 1951, 1953, algunas de unos días y otras de más de cinco meses, que les dieron un conocimiento íntimo de la zona.
El mapa incluido en este libro (facsimilar digital) es resultado de una promesa hecha por Blom al gobernador del estado en 1943 de que en 10 años tendría un mapa preciso de la zona. El mapa de la Selva Lacandona resultó tan preciso que fue retomado para las subsecuentes cartas del INEGI y ahora Google Earth, en donde aún hoy se repiten algunos errores de Blom.
Ahora se reedita este trabajo pionero en el que Blom y Duby resumieron los datos de cuatro décadas de exploración. Siguiendo el espíritu de ambos y para rendir homenaje a más de un siglo de expediciones se decidió incluir nuevos estudios de los arqueólogos que le siguieron los pasos a Blom y Duby, dando así una visión del conocimiento actual que se tiene de la Selva Lacandona ya bien entrado el siglo XXI.