En la parte inicial de esta investigación se propone la hipótesis de que el río San Miguel, en el actual estado de Sonora, fue una frontera cultural prehistórica en el momento previo a la colonización hispana del siglo XVII. Trátase, por lo tanto, de unir la prehistoria con la historia, e identificar en lo posible a las etnias descritas durante la Colonia con los materiales culturales recuperados mediante los trabajos arqueológicos -excavaciones, reconocimientos de superficie, etcétera. Posteriormente se intenta ubicar la información anterior, de carácter regional, dentro del ámbito mayor consignado como Noroeste de México, y a éste, a su vez, en las llamadas "áreas culturales" de Mesoamérica y del Suroeste.Las conclusiones obtenidas a través de toda esta labor, finalmente, resultan ser de sumo interés para ampliar y profundizar nuestros conocimientos acerca de las relaciones que evidentemente existieron entre el Noroeste y Mesoamérica, y en este sentido se hace indispensable la excavación controlada de sitios protohistóricos para corroborar las sugerencias aquí presentadas.