"Uno de los grupos amerindios más representativos del norte de México y del suroeste de los Estados Unidos es, sin lugar a dudas el de los apaches. Pese a que se trata de una etnicidad icónica de la historia y la dinámica regional, es una de las que cuenta con menos estudios e información por parte de la antropología contemporánea. Durante el siglo XIX y principios del XX, campañas sistemáticas de los gobiernos de México y de Estados Unidos se orientaron a la exterminación de los apaches en virtud de su agreste lucha por preservar su autonomía, su tradición y su identidad. Tan sólo una pequeña subdivisión étnica de este macro-grupo ofreció resistencia y nunca se rindió frente a las autoridades: los lipanes. Pese a que el gobierno estadounidense considera que esta etnicidad se extinguió desde hace más de cien años, un pequeño reducto de apaches lipanes sigue luchando por preservar su identidad, sus tradiciones y su forma de vida frente al entorno regional, nacional e internacional que les rodea. Esta obra busca presentar cómo los amerindios estadounidenses tratan de adaptarse a su entorno para preservar su etnicidad y su cultura, así como los retos, obstáculos y oportunidades que enfrentan al ser indígenas en un entorno que intenta homologarlos con una sociedad regional no-indígena. Desde una perspectiva integra, este libro presenta los procesos de continuidad, cambio y transformación de los apaches lipanes, así como sus interacciones con otras etnicidades regionales. Retomando sus tradiciones ancestrales, así como su dinámica contemporánea, esta obre pretende dar respuesta a una pregunta que los lipanes luchan por responder con sus vidas todos los días: ¿qué significa ser apache en el siglo XXI? "