La vida que yo viví Novela histórico-liberal de la Revolución mexicana
Como se sabe, la ingente compilación de testimonios de inmigrantes mexicanos hecha por el antropólogo Manuel Gamio capturó las experiencias de la generación que la Revolución mexicana expulsó hacia Estados Unidos. Pero contadas son las memorias de los mexicanos que emigraron 'a dicho país en las postrimerías del Porfiriato. BIas Lara Cázares, el autor de los recuerdos que el lector tiene en sus manos, fue, en su natal Jalisco, jornalero, cantero y obrero de la construcción y del tendido de las líneas del ferrocarril que tanto pregonó el régimen porfiriano como símbolo de su proyecto modernizador. Fue testigo y víctima indirecta de los mecanismos coercitivos que el Estado mexicano impulsó para la “pacificación de los indios" y la regulación del mercado de mano de obra en el país: su padre fue criminalizado por el cacicazgo y enviado a la península yucateca en las postrimerías de la Guerra de Castas. Partícipe discreto en uno de los escasos y prontamente reprimidos esfuerzos organizativos del proletariado de su natal Jalisco (Unión de Canteros y Albañiles de Guadalajara), BIas Lara partió a su aventura migratoria hacia 1902. Autodidacta, forjado en el soterrado anticlericalismo popular y en la versión plebeya de la historia de nuestro país, no tardó en vincularse al Partido Liberal Mexicano e identificarse con el anarquismo, desde cuyos valores éticos y políticos fue actor y testigo de su gesta revolucionaria. De ahí que La vida que yo viví. Novela histórico-liberal de la Revolución mexicana, de Bias Lara Cázares, constituya un testimonio, una historia de vida excepcional.