Los peces arqueológicos de la ofrenda 23 del Templo Mayor de Tenochtitlan
Esta obra contribuye al conocimiento de la fauna que se utilizaba con fines rituales. Destaca el uso de los peces en la construcción de las ofrendas del Templo Mayor, mediante el estudio intensivo de la Ofrenda 23. Los resultados se basan en 7 775 piezas esqueléticas que pertenecen a 88 individuos de 32 especies. Esta selección de peces fue exclusivamente marina, ya que procede de las costas del Atlántico y en menor proporción, del Pacífico; se obtuvieron principalmente en áreas de arrecifes. La mayoría de los peces fueron colocados enteros o como si lo estuvieran; en este último caso, la presencia de marcas de corte corrobora que a los animales se les extrajo el tronco. La revisión de la última marca de crecimiento en las vértebras y la presencia de formas juveniles de ciertas especies indican la época del año en que los peces fueron capturados. Las fuentes sólo registran explícitamente el uso ritual de un pez marino, el pez sierra (Pristis spp.) Los restos arqueológicos constituyen la única fuente de información sobre el uso ceremonial de estos animales entre los mexicas, por lo que se considera necesario recalcar la importancia de la correcta excavación y del estudio de estos materiales.