El sujeto sexuado: entre estereotipos y derechos Memoria de la III Semana Cultural
En México, la pareja heterosexual monogámica y la familia formada a partir de ella -por lo común con un sentido patriarcal que impone relaciones eminentemente inequitativas a sus miembros- son la base de la reproducción biológica, material y cultural de la sociedad. Muy diversos mecanismos -que van desde la repulsa a lo distinto y el chiste sexual, hasta la censura, la persecución y el crimen institucionalizados, pasando por leyes y sistemas penales viciados por la discriminación sexista y el prejuicio- actúan sin cesar, con distintos grados de violencia física, moral y psicológica, para imponer el estereotipo heterosexual-patriarcal y otros que éste lleva aparejados, como el de la belleza y la sumisión femeninas. Al mismo tiempo, esos dispositivos descalifican las prácticas que se apartan del modelo impuesto y, con tal fin, invaden arbitrariamente territorios tan íntimos como el cuerpo de la mujer -niegan a ésta el derecho a controlar sus embarazos-, la sexualidad -degradan y reprimen a las llamadas minorías eróticas-, la convivencia -vedan a esas minorías el derecho a formar sus propias familias- y la autoestima -condenan a la autodescalificación a quienes no alcanzan los estereotipos de la belleza-. Sin embargo, el modelo heterosexual es apenas una de las múltiples formas de realización de la sexualidad, la vida amorosa y la convivencia familiar, y sólo mantiene su predominio a costa de la satanización, el castigo y la asfixia de las otras. Este libro examina, además de los fenómenos descritos, la ardua pero decidida lucha de homosexuales, lesbianas, transexuales, transgenéricos y trasvestistas, así como de mujeres y hombres heterosexuales renuentes a los esquemas empobrecedores, por derrotar la vana pretensión de socavar uno de los pilares incontrovertibles del reino natural y de la estirpe humana: la diversidad.