El crecimiento de las ciudades noroccidentales
En este libro se observa cómo las localidades fundadas en el siglo XVI fueron construyendo a su alrededor un espacio en el que más tarde ejercieron un control político y económico, situación que les permitió reunir la riqueza producida en su respectivo hinterland. En los primeros cincuenta años de vida independiente, las ciudades de la región mencionada, unas más que otras, por haber sido el escenario en donde se resolvió la pugna liberal-conservadora, interrumpieron su crecimiento y fueron parcialmente destruidas a consecuencia de la guerra civil que envolvió al país durante los primeros cuarenta años de autonomía política.Las ciudades volvieron a ser dañadas durante la Revolución de 1910, y una vez que este movimiento se institucionalizó, sus habitantes perdieron en buena medida el derecho a planificarlas, ya que muchos de los lineamientos empezaron a ser señalados por las instituciones federales desde la capital del país. Hoy éstas enfrentan graves dificultades derivadas del centralismo político, de la concentración demográfica, del desarrollo industrial, del desequilibrio económico, de la presión que ejercen algunos grupos para destruir los centros históricos, del surgimiento de asentamiento s irregulares, de la inseguridad social, de la falta de vivienda, de la carencia de servicios urbanos, del hacinamiento, de la contaminación, etcétera.De todo lo anterior se desprende que las poblaciones, al ir modificando su fisonomía, van perdiendo poco a poco su identidad. Igualmente grave es que las autoridades de las urbes no tengan un proyecto o una estrategia de crecimiento que vaya marcando el concepto y la expansión de las mismas, porque ello ha dado lugar a que tales decisiones dependan de los intereses y caprichos de las compañías constructoras.