El telegrafista de Puebla
A mediados del siglo XIX, el gobierno mexicano le otorgó al comerciante español Juan de la Granja una concesión para operar en el país una red de telégrafos eléctricos... Este hecho preludia la historia de El telegrafista de Puebla.En una deliciosa charla de cantina, mejor dicho, de pulquería, los hermanos Castro -a quienes De la Granja capacitó como telegrafistas- y el poeta Guillermo Prieto comparten los pormenores de la instalación y utilidad del telégrafo en Puebla, a la par que comentan algunos acontecimientos trascendentales en la historia de México.Al calor de los curados de avena, los protagonistas encienden el ánimo de los parroquianos de La bella Aurora y, haciendo una "memoria de sus tiempos", recuerdan la victoria del general Ignacio Zaragoza y su ejército sobre los invasores franceses, en la gloriosa Batalla del 5 de Mayo de 1862.¿Qué papel desempeñó el telégrafo durante estos acontecimientos? Fermín y su hermano el Zapotillo, los mejores operadores, nos lo explican con puntos y rayas.