De Mérida a Taguzgalpa Seráficos y predicadores en tierras mayas, chiapanecas y xicaques
En tres centurias de historia colonial las órdenes franciscana y dominica intervinieron en la reorganización sociorreligiosa del área maya, donde la evangelización se desplegó de forma más pausada y dificultosa que en el Altiplano central. En particular, en la península de Yucatán este proceso tardó varios años en consolidarse, mientras que en la provincia guatemalteca, aunque comenzó en el siglo XVI, se extendió al siguiente siglo. La última conquista militar y espiritual de un señorío maya acaeció en 1697. La variada población india que habitaba la zona, la belicosidad y resistencia de los mayas, lo inaccesible del territorio y el fangoso clima propiciaron que la conversión tuviera sus particulares formas de actividad en el plano regional y local. Mientras los franciscanos llevaron a cabo la labor misionera en la península yucateca, los dominicos predominaron en el Reino de Guatemala, que abarcaba las provincias de Chipa y Guatemala. Ambas órdenes alcanzaron las regiones de Teguzgalpa, San Salvador, Comayagua, Talamanca y Nicaragua. Los diferentes trabajos aquí presentados permiten exponer las numerosas actividades que ambas órdenes emprendieron con la población local, siempre tratando de conciliar dos formas de concebir el mundo: la cristiana y la india. También se muestra cómo franciscanos y dominicos buscaron erradicar o modificar algunas cargas tributarias como las encomiendas y repartimientos.