La flor mas bella del ejido Invención, tradición, transformación
Una fiesta que desde su nombre la flor más bella del ejido reivindicar lo campesino en medio de la avalancha urbana del siglo XX, una celebración que en sus inicios fue de tradición católica y que hoy se resiste culturalmente a desaparecer, la flor se sigue celebrando como una necesidad de buscar las raíces antiguas, de rescatar lo indio ante la realidad mestiza y con las contradicciones de lo comercial, lo turístico y lo político enmedio de su realización.