Pirámides Montañas Sagradas
Pirámides: formas verticales, consecuencias y símbolo del deseo del hombre de acercarse a lo divino, a la bóveda celeste y a fenómenos como la lluvia o a los astros como el sol, indispensables para la existencia de toda clase de vida terrestre. Hechas con el fin de pedir los dioses esas fuerzas generadoras de vida para la supervivencia de los pueblos, son réplicas de los montes a escala humana. De hecho, el paradigma del “Monte sagrado” como morada de los dioses se encuentra en la mayoría de culturas y religiones; recordemos símbolos -en un país donde el cristianismo es dominante- como el bíblico Monte Sinaí del Egipto de los hebreos y los cristianos. Y ya que hablamos de Egipto, no olvidemos que es la tierra en que se encuentra el arquetipo mismo de la forma piramidal, silueta milenaria en su paisaje arqueológico, cuyo nombre le fue dado en la antigüedad por su semejanza con los pyramis (πυραμίς en griego), pastelitos de harina de trigo que tenían esa figura. Con un enfoque específico en uno de los edificios más icónicos y característicos de nuestro paisaje y referencia ineludible de la mexicanidad, la exposición Pirámides, montañas sagradas se divide en cinco núcleos que constituyen una travesía por algunos de los aspectos y elementos más representativos de México en cuanto a arte, arquitectura y cosmovisión. Se trata de un recuento de diversas formas artísticas y conceptuales del país, que abarca desde las culturas prehispánicas, como la cultura madre olmeca de más de tres mil años de antigüedad -representada, entre otras obras, por la ofrenda de El Manatí, Veracruz-, las culturas maya, totonaca, tolteca, azteca y del Occidente de México, hasta las expresiones plásticas más modernas y contemporáneas, como las pinturas de Vicente Rojo y Francisco Toledo, pasando por los cronistas novohispanos y artistas y viajeros extranjeros, como Carl Nebel y Desiré Charnay, quienes recorrieron y registraron las imágenes de nuestro país -donde las pirámides son un componente constante- y las difundieron a su regreso al Viejo Mundo, y de este modo dieron a conocer a México más allá de sus fronteras. Asimismo, en esta exposición se intenta responder a preguntas recurrentes sobre las pirámides: ¿cómo se construyeron?, ¿cuáles son los elementos que las constituyen?, ¿qué ritos se celebraban en dichas construcciones? Ofrecemos también un panorama iconográfico de las distintas maneras en las que se ha representado a las pirámides, desde la época prehispánica hasta la actualidad, pues su presencia perenne es uno de los elementos más llamativos de nuestro inapreciable legado histórico y cultural.