Tetzáhuitl Los presagios de la conquista de México
Han pasado ya 500 años desde aquel primer encuentro entre el tlatoani Motecuhzoma II y el capitán Hernán Cortés, ocurrido el 8 de noviembre de 1519. Sin que ninguno de ellos lo calculase, iniciaba la cuenta regresiva de Tenochtitlan que culminaría el 13 de agosto de 1521 con la destrucción de las ciudades gemelas tenochca y tlatelolca y la matanza de sus pobladores y aliados nahuas. Se daría paso entonces a una nueva formación económico social inédita hasta ese momento en tierras mesoamericanas y se entraría a formar parte de un sistema mundial como colonia de una de las potencias europeas del siglo XVI. La riqueza filosófica tras los presagios indígenas se pone de manifiesto en los textos de Luis Millones para el caso andino y de Valentina Vapnarsky con los mayas en la actualidad. Es contundente la reflexión tras la lectura de Renée Koch, quien al enfocarse en Roma y Grecia de la Antigüedad nos permite comprender que la recurrencia a presagios y augurios para explicar el devenir de los acontecimientos es una actitud ampliamente compartida entre grupos humanos de distintas temporalidades y latitudes. El corazón de este trabajo se desarrolla, por supuesto, con la participación del propio Olivier, quien genera la reflexión global y delínea una clara postura referente a los tetzáhuitl como producto indígena consecuente con su forma de concebir el tiempo y el devenir humano, distinto al occidental, complejo y a la vez increíblemente coherente, con el cual se explicó un cambio brutal. La aportación de Bernard Grunberg resulta fundamental toda vez que demuestra, sustentando en las propias fuentes novohispanas, que los mismos europeos también se guiaron por presagios y con ellos se explicaron buena parte de lo sucedido durante la guerra contra Tenochtitlan. Aderezan este volumen dos aportaciones de científicas destacadas, curadoras de dos de los museos más importantes a nivel mundial. Bertina Olmedo engalana este catálogo sumergiéndonos en el misticismo reverencial de un objeto fundamental para la adivinación indígena y que sería actor fundamental en varios episodios clave en la caída de los mexicas: el espejo de obsidiana. Mientras que Rachel King, en plena concordancia, se centra en la historia de un espejo prehispánico de obsidiana que perteneció al enigmático John Dee, adivino personal de la mujer más poderosa de Europa en su tiempo: la reina Isabel I de Inglaterra. Tras este recorrido los tetzáhuitl se manifiestan como una muestra de la completa cosmovisión indígena. Se trataba de un elemento básico para explicarse la lógica y dinámica del mundo, de los acontecimientos históricos, de su relación con lo divino, con los demás seres y con sus gobernantes, parte de una profunda postura filosófica que explicaba y justificaba el papel que el ser humano era capaz de tener. Es probable que los referentes a la caída de los mexicas hayan sido enriquecidos tras haber conocido los indígenas letrados los presagios bíblicos y los provenientes de otras culturas. Sin embargo, como López Austin bien lo sustenta, la cosmovisión indígena en muchos de los casos se ajustó, más que haber desaparecido ante las nuevas formas de pensar, incorporando elementos occidentales, a veces traslapando o cubriendo con un velo retórico los antiguos nombres por los nuevos términos, otras veces realizando equivalencias y enriqueciendo las explicaciones filosóficas originales.