Integrado por cuatro secciones, este pectoral se relaciona con la práctica ritual del juego de pelota. Mediante ésta los jugadores recreaban la eterna lucha entre el día y la noche. La primera sección corresponde a la representación de una cancha en la que aparecen los oponentes, los dioses del sol y la muerte, que sostienen pelotas de hule en sus manos. Al centro de la escena se observa un cráneo. En la segunda sección se presenta el símbolo solar con sus rayos y púas. La tercera sección muestra el cuchillo de pedernal con mandíbula, símbolo del sacrificio humano. En la cuarta se representó al señor de la tierra, Tlaltecuhtli. La escena remata con cuatro cascabeles colgantes.