Códice de Jilotepec (Estado de México) Rescate de una historia
Producto del esfuerzo conjunto de un grupo de investigadores y estudiosos de la cultura otomiana, el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), El Colegio de Mexiquense, A.C., y el Gobierno del Estado de México dan a conocer por primera vez una edición facsimilar completa del llamado Código de Jilotepec, pictografía colonial procedente de una de las poblaciones del actual territorio del Estado de México históricamente más importantes, anterior y posterior a la conquista española. Se trata de 22 fojas en papel europeo en las que se registró información local y glosas en español, así como una interesante iconografía, producto de antiguos patrones indígenas, combinados con elementos de estilo gráfico europeo. El texto, aunque incompleto (parecen faltar unas fojas al inicio), abarca desde una versión del origen prehispánico del Señorío de Jilotepec, hasta los sucesos acontecidos a finales del siglo XVI, relacionados particularmente con el desempeño de los “capitanes otomíes de frontera”, colaboradores efectivos de los españoles en la conquista, asentamiento y evangelización de chichimecas y otros pueblos que habitaban en los límites del noroeste mesoamericano. Dentro de ese limitado número de documentos pictográficos de tradición otomiana compuestos en la etapa virreinal, el Código de Jilotepec ocupa un lugar especial por su estilo gráfico, contenido y contexto de elaboración. Estos tres importantes niveles de análisis son tratados por los autores, quienes reconocen que aún existen numerosos problemas por resolver. No se trata de un texto adornado con viñetas que se entienda in prima facie. Este tipo particular de fuentes indígenas coloniales requiere de numerosas aclaraciones que ayuden al lector a transitar eficaz y cómodamente por un discurso mítico-histórico que aún reclama serias explicaciones. Y fue precisamente ese derrotero el que siguieron los autores de los artículos aquí incluidos, quienes decidieron proporcionar el mayor número de referencias al contenido, así como una impecable paleografía, acompañada de exámenes lingüísticos, iconográficos e históricos. En este último, se realiza un útil ejercicio comparativo con otros documentos otomianos coloniales similares. Además, en la segunda parte, se añade un ensayo monográfico sobre la región e historia de Jilotepec, y su relación con el Códice, texto que sirve de marco de referencia para un mejor entendimiento del entorno de la época.