De los innumerables huesos rescatados en las excavaciones realizadas en las grutas de Loltún, Yucatán, se identificaron 2123 pertenecientes a murciélagos de 24 especies. De ellas 12 especies se habían registrado para Loltún; 22 para la Península y dos, Chiroderma villosum y Centurio senex, es la primera vez que se menciona su existencia en !a Península de Yucatán. Nueve especies se registran por primera vez como restos subfósiles y fósiles para MéxicoLos géneros identificados se agrupan por sus hábitos alimenticios y se analiza su frecuencia en las diferentes capas estratigráficas, que datan del cierre del Pleistoceno hasta nuestros días. También se analiza la estructura de la comunidad de murciélagos, según los patrones de tamaño y hábitos alimenticios.Asimismo, se hace una deducción de la vegetación tomando en cuenta la asociación de los murciélagos con los diferentes tipos de vegetación, concluyendo que por lo menos en los últimos 20,000 años no ha habido cambios considerables, aunque a fines del Pleistoceno el clima era ligeramente más seco que el actual, que permitió mayor desarrollo de praderas o pastizales y menos de la vegetación arbórea.De cada una de las especies identificadas se describen las características de los huesos postcraneales y se dan medidas de ellos, así como de las mandíbulas y cráneos cuando existen. Se dan las proporciones que los ejemplares de cada especie representan en el total de la fauna identificada así como en el total de cada capa.El análisis de los hábitos alimenticios y la composición de la fauna de quirópteros dan base al ecólogo, para estudiar la estructura de las comunidades, así como el posible aprovechamiento energético de una área por las preferencias ecológicas dadas por los hábitos alimenticios, y el tamaño somático de las especies. También el paleoecólogo como el arqueólogo podrá deducir de este estudio el clima y otras condiciones ambientales que influyeron en la formación de la fauna actual o bien en el establecimiento de las culturas humanas.