Las haciendas jugaron un papel muy importante a lo largo de la historia de nuestro país. Aún se conservan construcciones que formaron complejos arquitectónicos que son testimonios históricos de una forma de vida que prevaleció durante mucho tiempo. Sin embargo, son pocos los estudios referentes a su arquitectura, y en estos casi siempre se hace alusión sólo a la casa del hacendado, se omiten las otras construcciones que la conformaban.El presente trabajo de José Antonio Terán Bonilla contribuye al conocimiento del uso y evolución técnico-constructiva de los diversos espacios arquitectónicos que constituyeron las haciendas de Tlaxcala, con la finalidad de que sean entendidas como unidades arquitectónicas vinculadas directamente con la producción. La obra proporciona un panorama de la evolución histórica de la hacienda tlaxcalteca, desde su origen en el siglo XVI hasta la primera década del siglo XX. Se analizan los materiales y sistemas constructivos empleados en su edificación, así como la mano de obra que intervino en su erección y los distintos tipos de edificios destinados tanto a la producción como a la habitación y los espacios para la administración y las capillas.