La reina roja El viaje al Xibalba
En 1994 la noticia del hallazgo del entierro de una enigmática mujer en un basamento inmediatamente contiguo al famoso Templo de las Inscripciones, con una gran riqueza en su ajuar, recorrió el mundo entero. Después de varios años de investigaciones sistemáticas, que al analizar el material recuperado y revisar las fuentes epigráficas se concluyó que se trataba de la consorte de uno de los dignatario s más emblemático s de Palenque, Pakal el Grande, cuyos restos habían sido descubiertos varias décadas antes por el arqueólogo Alberto Ruz Lhuillier en una tumba fastuosa ubicada precisamente en el Templo de las Inscripciones. La abundante información que proporcionó la tumba de aquella mujer, llamada Tz'ak-b'u Ahau, es innegable: desde la procedencia de la malaquita y otros minerales que integran su máscara mortuoria, su tocado y el ajuar funerario en su conjunto, hasta los datos sobre su vida personal, sus obras y su muerte, lo que permitió comprender su importante lugar dentro de la realeza maya.