El pueblo furtivo Vivencias de un explorador junto a la fogata y ante las cuevas del pueblo original de los indios tarahumara.
Un viajero, periodista y etnólogo alemán de principios del siglo XX llamado Rudolf Zabel decide visitar algún pueblo lejano, “inhóspito y difícil”. Entre todas las culturas del mundo escogió a los ralámuli pues pensó que vivir como vivian ellos, en esas gigantescas montañas con enormes desfiladeros, implicaba una personalidad muy singular: la de aquellos “indios errantes, que blanden el hacha de guerra, […] gente vigorosa, dura e introvertida”. Tienen casas pero no las habitan; todo sucede alrededor de la fogata. La obra de Zabel es más bien un libro de aventuras, abierto, sincero y en ocasiones hasta descarado. Como digno interlocutor de su época, no escatima en sus anécdotas ni en sus opiniones, muchas de ellas no del todo favorecedoras para los ralámuli. El texto se complementa con un bello material fílmico de hace casi cien años. La narración, explica el autor, es simplemente para acompañar estas grabaciones. Aunque pequeño por su extensión, es un documento trascendental tanto para la antropología como para la historia. En él aprenderemos cómo era la vida en la Sierra Tarahumara en los inicios del siglo pasado, como pensaban los indígenas, y por supuesto cómo vivían los ralámuli. Descubriremos qué ocurre cuando un viajero decimonónico se adentra en un lugar remoto y desconocido, donde lo imprevisto se convierte en cotidiano.