Las mantas en documentos pictográficos y en crónicas coloniales
Tras el descubrimiento de cómo hilar y tejer, se crearon textiles con distintas texturas, diseños, formas y colores que poco a poco se convirtieron en transmisores de conceptos e ideas transformados en iconos simbólicos, materialización de mitos y creencias de cada colectividad. Los códigos de identidad étnica reflejados en los tejidos han llegado hasta hoy gracias a la continuación del trabajo en los telares en el seno familiar, pero se sabe que surgieron en Mesoamérica en el periodo Preclásico (110 a.C.-200 d.C) por las figurillas de barro adornadas con faldellines, bandas y tocados.En la época de la Conquista, las mantas no sólo protegían a los usuarios de las inclemencias del clima, sino que constituían el artículo por excelencia del tributo requerido a los pueblos sojuzgados por la Triple Alianza, como se revela en la Matrícula de Tributos y otros documentos. Las más ricas se ofrendaban a los dioses y servían de atavío a los señores; otras, se usaron como valor de cambio en las transacciones comerciales; algunas más se utilizaron como alfombras, para tapizar muros, como colchas e incluso como soporte para los mapas.