Una de las manifestaciones culturales que más caracteriza al grupo lingüístico totonaco son las danzas, que se presentan como símbolo e identidad, de cohesión cultural, de transmisión de valores y de resistencia ante la cultura occidental. En la zona de Papantla se han logrado identificar cinco danzas que hoy permanecen con cierta persistencia en la cultura. Éstas son: la Danza de los Voladores, la Danza de los Guaguas, La Danza de los Negritos, la Danza de los Santiagueros y la danza de los Moros y Españoles. Los trajes y los demás instrumentos relacionados con la danza, como las flautas, los tambores, etc., tienen un carácter sagrado y eran objeto de una serie de rituales específicos que se han perdido paulatinamente. Los danzantes, al utilizar sus trajes, de alguna manera sufren una transformación mágico-religiosa, dejan sus características humanas y adquieren los atributos de un sacerdote, de un dios o de una figura mitológica. De esta manera se considera que los trajes y los instrumentos tienen un poder especifico que permite al danzante ponerse en contacto con el mundo de lo sagrado. Este trabajo está divido en cuatro partes. La primera presenta una introducción al tema. La segunda contiene cinco apartados donde se habla de cada danza totonaca. Estos cuentan con una breve introducción sobre la danza respectiva, poniendo especial atención en los aspectos que se consideran indispensables para la compresión de las láminas contenidas en los apartados. En éstas se señalan los nombres de distintos elementos relacionados con las danzas, tanto en totonaco como en español. La tercera parte contiene una lista con el vocabulario totonaco-español de los términos utilizados en la segunda parte. En la cuarta aparee el vocabulario español-totonaco de los mismos términos.