
Memorias de un Museo
El Museo Nacional de Historia (MNH) ostenta una ilustre estirpe decimonónica al ser descendiente del Museo Nacional de Arqueología, Historia y Etnografía (MN). En el momento de su inauguración aspiró a presentar una visión moderna de la institución museística, para lo que recurrió a un montaje sobrio donde las piezas exhibidas –artísticas e históricas- destacaban por medio de la iluminación. Combina entonces tradición y modernidad, y parte de un eje fundamental en el México posrevolucionario: la unidad nacional fomentada por un relato histórico único que integraba a todos los ciudadanos, cómplice del debate que iniciara en 1933 con el Primer Congreso Mexicano de Historia Patria, en el que el secretario del MN José de Jesús Núñez y Domínguez abogó por orientar la historia a los caminos abiertos por la Revolución: el nacionalismo y la problemática social. Una historia única que oscurecía las ambigüedades, contradicciones, ideologías y prácticas sociales que irrumpían en el territorio nacional.