La Almena de Tlahuizcalpantecuhtli es una escultura que, en calidad de elemento arquitectónico, cumplía la función de emblema en la antigua y poderosa ciudad de Teotihuacán. Fue descubierta por el autor de este libro en 1982, durante los trabajos del Proyecto Arqueológico Teotihuacán 80-82. Su estudio, tal y como aquí se presenta, hace un uso juicioso de la semiología. Para determinar su simbología inmanente, analiza con bases teóricas sólidas el proceso de producción desde distintos puntos de vista, los cuales enriquecen sin duda la percepción que podemos tener de la pieza y de las ideas implícitas que entraña. Me parece un modelo de análisis de contextos y objetos arqueológicos, de imágenes de códices y aun de textos verbales que podría volverse canónico en el ámbito de los estudios mesoamericanos. Se trata, sin duda, de una investigación original en el marco de una metodología novedosa basada esencialmente en la semiología, desde una perspectiva marxista.