En todas las sociedades mesoamericanas las clases sociales se diferenciaban principalmente por la vestimenta y los ornamentos que usaban en determinadas ceremonias o en la vida cotidiana. Esto fue representado en forma realista en recipientes o figuras hábilmente modelas en barro, decoradas con la técnica del pastillaje con el propósito de resaltar los ornamentos y tocados que lucían estos personajes, y mediante el uso de pigmentos que destacan el maquillaje facial o corporal con que se adornaban.